
Con la pandemia mundial en curso cambiando constantemente como resultado de más y más variantes nuevas, el gobierno de los Estados Unidos está imponiendo nuevamente restricciones a las personas que buscan ingresar a los Estados Unidos. Ahora se requiere que los viajeros cumplan con los requisitos actualizados del Centro para el Control de Enfermedades (por sus siglas en inglés, CDC) que se aplican a todas las personas, independientemente del estado de vacunación.
El 2 de diciembre del 2021, la agencia CDC modifico su orden oficial anterior para que los viajeros ahora requieran una prueba negativa del COVID-19 o prueba de recuperación del COVID-19 para todos los visitantes viajando en avión que buscan ingresar a los Estados Unidos. En un cambio sorprendente, su orden ahora se aplica a todos, incluso a los niños de 2 años de edad o más. Ya no es suficiente la prueba de estar completamente vacunado. Si tiene algún plan de viaje a los Estados Unidos, asegúrese de planificar con anticipación para cumplir con estas nuevas restricciones.
Para aquellos que ya están en los Estados Unidos, existen restricciones continuas para aquellos involucrados en cualquier proceso de inmigración que pueda requerir una presencia en persona, como una audiencia en la corte o una cita para una entrevista. Las oficinas nacionales de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) y las oficinas de asilo están abiertas, pero en áreas de alta o sustancial transmisión, todos los empleados federales, contratistas y visitantes deben usar una máscara dentro de los edificios federales. Las restricciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) reemplazan cualquier regla y regulación estatal, local, tribal o territorial con respecto a las cubiertas faciales mientras uno está dentro de sus instalaciones.
Además, una persona no puede ingresar a una instalación de USCIS si tiene COVID-19 o cualquier síntoma del COVID-19, si ha estado en contacto cercano con alguien que se sabe que tiene COVID-19 en los últimos 14 días a menos que esté completamente vacunado. También, aquellos que han regresado de cualquier viaje nacional o internacional o un crucero en los últimos 10 días (a menos que estén completamente vacunados). Con todas las nuevas variantes que salen, es dudoso que estas restricciones terminen pronto.
Según un estudio reciente del Hope Border Institute, la pandemia ha agravado tanto la pobreza como la violencia de las pandillas en América Central y del Sur y ha llevado a un aumento de la migración a los Estados Unidos debido a estos factores. La mayoría de los migrantes están lidiando con los efectos económicos y sociales de la pandemia y la extorsión de las pandillas, la aplicación estricta de las restricciones de cuarentena y las dificultades económicas que no han sido abordadas por su gobierno local son culpadas por el aumento de los cruces fronterizos ilegales. En un intento por reducir la carga sobre los problemas en la frontera, el gobierno de México ha logrado recientemente un pequeño éxito.
A finales de noviembre, los miembros de la caravana de migrantes con destino a Estados Unidos aceptaron un acuerdo para aceptar visas mexicanas en lugar de intentar cruzar la frontera sur de Estados Unidos. En ese momento, los migrantes salieron de la ciudad de Tapachula, en el sur de México, y se dirigieron hacia el norte a pie. Los migrantes caminaron unas 30 millas desde Tapachula hasta Mapastepec hasta que uno de los organizadores de la caravana llegó a un acuerdo con el gobierno mexicano. El Instituto Nacional de Migración de México declaró que las autoridades y los migrantes llegaron a un acuerdo para el reasentamiento. México ofreció a los migrantes visas humanitarias y alojamiento en albergues administrados por el instituto de bienestar social de México, si permanecen en los estados en los que son reasentados. Los migrantes acordaron quedarse en el centro y sur de México y mantenerse alejados de la frontera con Estados Unidos.
Esta medida del gobierno mexicano se debió en parte al retorno del programa “Permanecer en México” de los Estados Unidos que prohíbe a los solicitantes de asilo ingresar a los Estados Unidos y les exige permanecer en México mientras se deciden sus casos. Esta política fue iniciada por Trump en 2020, pero ahora es parte del plan en curso de la administración Biden para combatir las tendencias de migración masiva de los últimos años.
A medida que los problemas con COVID-19 y la inmigración continúan cambiando, es importante más que nunca el mantenerse. Si tiene alguna pregunta sobre cómo esto afecta su caso de inmigración, comuníquese con nuestra oficina hoy para programar una consulta al +1 888 589 2228.